Como todos los años, los catequistas de la Parroquia cerramos el curso con un día de convivencia fuera de Carmona. Este año, los planes se han visto alterados por la meteorología, ya que teníamos pensado pasar este día de convivencia en la playa de Matalascañas. Pero como ante el tiempo no hay nada que hacer… decidimos modificar el programa.
Comenzamos con una visita a la ermita de Nuestra Señora de Setefilla, en Lora del Río, y a la Presa de José Torán. Disfrutamos enormemente de las preciosas vistas que ambos lugares ofrecen, relajamos el espíritu, contactamos con la Naturaleza y nos maravillamos con la obra de Dios. Fue un auténtico deleite que nos hizo olvidarnos por completo de la playa y del cambio de planes.
Continuamos con la Eucaristía en la Parroquia de Guadajoz. Fue un momento íntimo para dar gracias a Dios por este curso. Una eucaristía sin reloj, es decir, sin prisas, vivida con toda intensidad, donde todos participamos activa y emocionalmente de un encuentro donde fuimos capaces de sacar todas esas emociones que hemos llevado dentro durante este curso.
Culminamos el día con una suculenta comida en un asador de la localidad de Los Rosales. En el porche del restaurante, con un servicio inmejorable, la distensión llegó al clímax mientras saboreábamos una suculenta morcilla de Burgos, un chorizo a la brasa, un pastel de berenjenas y, por supuesto, diversos platos de carne a la brasa, todo ello regado por un suave rioja.
Pero, sin lugar a dudas, lo mejor de todo fue la convivencia, el conocernos mejor, las confidencias, la unión. Todos volvimos encantados, lamentando el que muchos no pudieran asistir, pero confiando que poco a poco, el grupo de catequistas vaya aumentando en número y en comunión.