LA ANTIGUA CAPILLA DEL SAGRARIO EN LA PARROQUIA DE SAN PEDRO DE CARMONA
II. PRINCIPALES OBRAS DE ARTE DE LA CAPILLA
1. La obra de Gaspar del Aguila
Actual capilla del Sagrario de la iglesia san Pedro, Carmona
Los Pérez eligieron a Gaspar del Aguila como escultor de su tabernáculo e imagen de San Sebastián. La elección de este escultor abulense se vio favorecida tanto por el prestigio que le reportaba ser veedor del oficio de escultores y entalladores desde 1573 (32), como por la importante obra realizada no sólo para la capital hispalense (33) y provincias circundantes(34), sino en especial para la propia Carmona. Para esta última ciudad había realizado ya varios trabajos. Así, sabemos que en 1573 la cofradía de la Soledad, sita en el convento del Carmen, le confió la talla de una figura de Jesús con la cruz al hombro (35). En 1577 trabajó en el tabernáculo de la Virgen de Guadajoz (36). En 1580 hizo el retablo de los Barreda, en la prioral de Santa María (37). Y por último, en 1589, esculpió un San Diego de Alcalá para el convento de San Sebastián (38).
Según lo capitulado en la escritura de adjudicación de capilla, Sebastián Pérez se comprometía con el mayordomo de San Pedro a «facer retablo e aliñar los que en ella ay» (39). Unos meses después, el 4 de octubre de 1592, se concertaba con el gran escultor Gaspar del Aguila para la ejecución de un tabernáculo e imagen de San Sebastián, con destino a su capilla del Sagrario
y que debía entregar realizada «el primer día de Pascua» cobrando por todo ochocientos reales. Según la escritura de obligación (40), el mencionado escultor se comprometía a realizar el tabernáculo de madera de borne seca y bien curada. Debía tener doce palmos de alto y ocho de ancho. Era condición que llevase un pedestal con cuatro columnas, de dos en dos, con su arquitabe, friso y cornisa con cuatro serafines. También era condición indispensable que no llevase imagen de Dios Padre ni frontispicio (41), y que el dorado y tallado del tabernáculo fuese conforme al de Nuestra Señora.
El tabernáculo, según dijimos, fue quemado en el siglo XVIII; sin embargo, tras un meticuloso estudio nos ha sido posible su reconstrucción.
Pero lo que más nos interesa de esta obra es la imagen de San Sebastián que presidía la hornacina principal del tabernáculo, también realizada por Gaspar del Aguila. La imagen debía ser hecha de madera de cedro, con una altura de más de seis palmos (42). Dicha imagen permaneció en la parroquia de San Pedro de Carmona hasta nuestra centuria. Hemos constatado la talla en un inventario de 1795 (43), por lo que sabemos con certeza que sobrevivió a la demolición de la capilla. En la década de los cincuenta, fecha de la publicación del Catálogo realizado por Hernández Díaz y otros historiadores, citan, al visitar esta iglesia y tratar el retablo de Nuestra Señora del Rosario, lo siguiente: «retablo del comedio del siglo XVIII, Virgen del Rosario con San Sebastián y San Marcial» (44). Realmente fue en el año 1965 cuando el párroco de San Pedro, D. José Barrera, hizo entrega de la imagen a la hermandad del Sagrado Descendimiento, establecida en la capilla de San Sebastián.
De forma que llegamos a la primera conclusión: la imagen que se venera en la capilla de San Sebastián ha permanecido siempre, hasta 1965, en la parroquia de San Pedro. Esta afirmación, que podría parecer superflua, es muy importante, pues tradicionalmente muchos habían creído que dicha talla era la que hiciera Matías de la Cruz en 1600 (45), que por cierto, también debía medir seis palmos. Se creyó que durante la desamortización había pasado a la parroquia de San Pedro junto con otras imágenes, procedentes del viejo convento franciscano. Sin embargo, nuestros estudios invalidan totalmente esta posibilidad. No sólo la hemos constatado desde antes de la desamortización en San Pedro, sino que consultados los inventarios de bienes que pasaron a esta parroquia tras la exclaustración del convento de San Sebastián, no aparece ninguna imagen de San Sebastián (46).
Pasando al estudio iconográfico y estilístico, podemos afirmar que pertenece a la más pura escuela romanista, hermosa figura apolínea, hermes griego con atributos de santo católico. La influencia miguelangelesca es bien patente. No hay el más mínimo síntoma de dolor, tampoco de alegría, aparece ajeno al martirio, escéptico. El cuerpo es armonioso, equilibrado y sereno.
Aquí encontramos a un Gaspar del Aguila liberado totalmente de los influjos del manierismo florentino, que tanto pesó en sus comienzos. Sin embargo, ese modelado, leve, pero detallado a la vez, es propio del maestro de Avila, tal como lo plasmó en otras obras documentadas anteriores, como el San Sebastián de Marchena o el Cristo de la Sangre de Ecija. Iconográficamente, aparece como de costumbre, asaetada, con cinco flechas repartidas por todo el cuerpo.
...........................................................................................
(32) LÓPEZ MARTÍNEZ, Celestino: Desde Martínez Montañés a Pedro Roldán, Sevilla 1932, págs. 60-61.
(33) Monte-Sión (Crucificado), Parroquia de Santa Catalina (retablo de las Animas), capilla del hospital de Nuestra Señora de la Hiniesta (retablo), parroquia de San Juan de la Palma (retablo del Evangelista) y convento de Regina Angelorum (escultura del altar mayor).
(34) Existieron obras suyas, que nosotros sepamos, en Ecija, Marchena, Alcalá de Guadaira, Jerez de la Frontera, Utrera, Paradas, Huevar, Villamanrique, Gerena, Niebla, Puente Genil, Lepe, Trebujena, Cumbres Bajas, Zalamea la Real y Paimogo.
(35) LÓPEZ MARTÍNEZ, Celestino: Desde Jerónimo Hernández hasta Martínez Montañés, Sevilla 1929, pág. 23. HERNÁNDEZ DÍAZ y otros, Ob. Cit., pág. 209, nota 372. De paso debemos anotar que en un inventario de 1672 de la cofradía de la Soledad no aparecía esta talla. Hemos de pensar por tanto en una pronta desaparición (Archivo de Protocolos de Carmona, escribanía de Alonso Núñez, 1672).
(36) LÓPEZ MARTÍNEZ: Desde Martínez ... Ob. Cit. pág. 15. PALOMERO PÁRAMO, Ob. Cit., pág. 195.
(37) MURO OREJÓN, Antonio: Artífices sevillanos de los siglos XVI y XVII, en Documentos para la historia del arte en Andalucía, Tomo IV, Sevilla 1932, págs. 66-68. Hernández Díaz y otros Ob. Cit., pág. 133, nota 173. ALFREDO MORALES y otros: Guía artística
de Sevilla y su provincia, Sevilla 1981, pág. 367. Palomero Páramo, Ob. Cit, págs. 197-198.
(38) LÓPEZ MARTÍNEZ: Desde Martínez ..., pág. 17. Hernández Díaz y otros Ob. Cit. pág. 268, nota 367. HERNÁNDEZ DÍAZ, José: Imaginería Hispalense del bajo Renacimiento, Sevilla C.S.I.C., 1951, pág. 71.
(39) A.P.S.P. (Carmona) Libro de Fábrica nº 24 (1724-1727).
(40) Archivo de Protocolos (Carmona), escribanía de Alonso Sánchez de la Cruz, 1592 s/f, carta del 4-10 de 1592.
(41)Como después veremos para colocar una pintura de Dios Padre que se le encargará a Juan Bautista de Amiens.
(42) Archivo de Protocolos (Carmona), escribanía de Alonso Sánchez de la Cruz, 1592. Carta del 4 de octubre de 1592.
(43) A.P.S.P. (Carmona). legajos sueltos: inventarios de enseres de la parroquia de San Pedro de Carmona.
(44) HERNÁNDEZ DÍAZ y otros: Ob. Cit. pág. 154.
(45) LÓPEZ MARTÍNEZ, Celestino: Desde Martínez ... Ob. Cit. pág. 41.
(46) A.P.S.P. (Carmona). Inventarios de 1854, legajos sueltos.