martes, 26 de octubre de 2010

Retablo de Nuestra Señora de la Soledad y Cristo Yacente (XIII) - iglesia san Pedro, Carmona

En nuestra entrada de hoy, seguiremos viendo otro de los altares de la iglesia san Pedro de Carmona. En este caso, veremos el retablo donde se encuentra Nuestra Señora de la Soledad y el Cristo Yacente.

Situado en el trascoro y en la nave de la epístola, nos encontramos ante este retablo de lineas rococó del siglo XVIII. En este caso de un solo cuerpo y de simples formas.

El retablo esta compuesto por una hornacina central,(anteriormente camarín, en la actualidad no cumple esta función pero si lo fue en su momento) nos encontramos con la Virgen de la Soledad, la cual lo preside, sobre una gran peana dorada y detrás una cruz con un sudario, propio de su advocación.

La hornacina central, se encuentra dividida en el retablo por dos columnas, que a su vez en los dos laterales del retablo, se encuentran dos ménsulas, las cuales recojen dos grandes imágenes de Santos.


Seguimos por partes, en primer lugar veremos a la Virgen de la Soledad. Se trata de una talla de Candelero para ser vestida y probablemente del escultor Gabriel de Astorga, ya que guarda cierta similitudes con la Virgen de la Esperanza de Hinojos y otras imágenes de este escultor. Nos encontramos ante una preciosa imagen de la Virgen, muy desconocida para mi hasta hace muy poco, cuando la pusieron en este retablo, que por mucho que me digan no ha estado siempre ahí, ya que este retablo anteriormente lo ocupó la Santa Cecilia que ahora vemos en la capilla de San Juan Grande, quedando esta imagen en paradero desconocido.


La Virgen porta en sus manos una corona de Espinas, y esta vestida de Dolorosa, aunque recuerdo, que la pusieron en el altar mayor hará un par de años, vestida de Inmaculada.


Sobre sus sienes, encontramos una corona de plata del siglo XVIII y vestida con un terno de terciopelo negro, bordado con lentejuelas de oro y encajes de oro en el filo del mismo. Se cree que formó parte de la extinguida hermandad del Santo Entierro, que aquí tuvo su sede y aun su imagen Cristífera, el Cristo Yacente, que reposa a los pies de esta Virgen.


Siguiendo con las esculturas del retablo, que aunque muy escondido es muy rico en calidad escultórica, veremos ahora las dos imágenes que se encuentran en los laterales, en unas ménsulas.

En primer lugar veremos al que creo yo que puede ser San Francisco, una imagen posiblemente de candelero para vestir del siglo XVIII, de una gran calidad. De rasgos maduros y muy desgastados, nos muestra un Santo mirando a la Cruz, que la porta en su mano izquierda. Lo encontramos vestido con una túnica de terciopelo azul pavo, con conchas de oro en los extremos y un gran cíngulo del siglo XVIII con grandes borlones de oro. Cuenta con una torta o aureola de plata igualmente del siglo XVIII.


El otro Santo, que se encuentra en el otro extremo del retablo, desconozco su nombre, pudiendo ser un Santo como Santiago, o algún otro Santo reconocidos como "guerreros", ya que en su mano derecha porta una espada en forma de rayo. Igualmente es una imagen posiblemente de candelero para vestir del siglo XVIII. Lo encontramos vestido con túnica marrón claro y una capa blanca. (Si alguno de ustedes lo puede identificar, que lo diga). Igualmente lo encontramos con una aureola de plata del siglo XVIII.


En la parte inferior del retablo, encontramos una pequeña urna, que puede incluso pasar desapercibida para la vista ya que esta un poco oscura. Se trata del Santísimo Cristo Yacente, perteneciente a la extinta hermandad del Santo Entierro que pertenecía a esta parroquia.


Estamos ante una de las mayores obras de arte del patrimonio religioso de Carmona, posiblemente siendo una escultura de finales del siglo XVII, con pocas transformaciones desde entonces. Supuestamente procesionó por las calles de Carmona, pero pocos datos se conservan de entonces. Es una interesantísima escultura.


Fuente: artedelasiglesias.blogspot.com