Es una imagen que proviene del extinguido convento de San Sebastián extramuros, fundado en el siglo XVI y finalmente extinguido a finales del siglo XIX.
Esta imagen de San Sebastián es obra de Matías de la Cruz en 1620, siendo de madera policromada presentándonos la típica iconografía del santo en el momento de su martirio cuando es amarrado al tronco de un árbol y posteriormente asesinado a flechazos.
Matías de la Cruz, del siglo XVII, era escultor y entallador, desconociéndose en gran parte su producción y su obra, ya que es poco conocido.
Se sabe y se tiene constancia de que realizó una copia del maravilloso Cristo de la Expiración del Museo desgraciadamente desaparecida.
Igualmente se le atribuye el Cristo de la Salud de la Carretería, aunque es más conocida la atribución a Ocampo, pero al ser hermano de la hermandad, hay versiones que apuntan a que Matías de la Cruz es el autor.
Encontramos en San Sebastián una preciosa obra y de gran acierto, de preciosas proporciones y delicada anatomía que refleja igualmente su juventud.
El árbol en que está atado el santo, está dorado en oro fino y posteriormente estofado al igual que las cuerdas que atan sus manos, el cabello y el sudario.
Encontramos una expresión bastante serena en su rostro por no decir prácticamente inexpresiva, a diferencia de otras que muestran gran sufrimiento.
Se encuentra traspasado por 5 flechas, en el hombro, abdomen, muslo y espinilla derecha. La herida del muslo izquierdo aparece sin flecha por su rotura.
Una imagen bastante interesante del siglo XVII y por lo menos personalmente para mi de gran interés, sobre todo de un escultor y entallador, Matías de la Cruz, del cual poco sabemos y pocos datos tenemos.
Fuente: artedelasiglesias.blogspot.com