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Ubicado en la nave de la epístola, nos encontramos con una de las pocas muestras de retablo neoclásico de Carmona. Se trata de un retablo neoclásico del siglo XIX, de madera imitando al mármol. En el centro encontramos una hornacina acristalada, donde se acoje la imagen del Santo, dividida por columnas. En la parte superior, lo remata un Espíritu Santo con rayos de sol, y en la parte inferior, se encuentra una pequeña hornacina con la reliquia del Santo.
En la hornacina central, como ya comentamos, se encuentra la imagen de San Juan Grande, es una talla completa de madera, policromada, dorada y estofada en oro, pudiendo datarse en el siglo XVIII. Está arrodillada mirando al cielo en actitud de oración.
En esta capilla, encontramos provisionalmente al Santísimo Cristo de Ánimas, un crucificado de tamaño académico, el cual es una obra del siglo XVIII, de gran realismo y calidad.
Este cristo es segundo titular de la Hermandad de la Humildad y Paciencia, el cual no procesiona, pero si sale en Vía Crucis cuando toca a su Hermandad. Posee retablo propio, pero por algún motivo lo tienen en esta capilla, el motivo lo desconozco.
Igualmente, en la misma capilla, encontramos una pequeña imagen de Candelero para vestir de Santa Lucía, aproximadamente del siglo XVIII.
Presenta un estado de dejadez bastante visible, ya que la palma está bastante estropeada y la bandeja con los ojos partida, ya que se ve un pequeño trozo de la bandeja en su mano izquierda. La Santa lleva una peluca de pelo natural. Personalmente una talla preciosa.
Fuente: artedelasiglesias.blogspot.com
