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Situado junto al altar mayor y en la nave de la epístola, encontramos este bello retablo, similar al del Cautivo que se encuentra en el otro lado del altar mayor, igualmente de estilo rococó del siglo XVIII, de un solo cuerpo, adornado con ángeles, una hornacina central que es donde se encuentra la Virgen de la Rosa y dos ménsulas laterales donde se sitúan dos imágenes de Arcángeles.
En la hornacina central encontramos la imagen de la Virgen de la Rosa, una talla completa, de madera policromada, dorada y estofada seguramente de principios del siglo XVI, llegándose a atribuirla a Roque Balduque.
Se trata de una de las Vírgenes que contó con mas devoción en la Parroquia, tanto que llegó a San Juan Grande, el cual le tenía gran devoción a la imagen.
Se cuenta, que cuando San Juan Grande, venía a diario a rezar y a poner velas a la Virgen, éstas no se consumían, siendo verdaderamente impresionante.
La Virgen porta en su mano izquierda, la imagen de un niño Jesús, y en su mano derecha la Rosa que le da el nombre, de plata sobredorada. Tanto la ráfaga, como las coronas de la Virgen y del niño, son de plata del siglo XVIII la de la Virgen y de plata sobredorada la del niño.
En las ménsulas laterales, encontramos como antes dijimos, dos imágenes de Arcángeles.
En el lado izquierdo del retablo, encontramos la de San Miguel, portando una espada y el diablo en sus pies, símbolo de su derrota. Es una imagen de talla completa, policromada dorada y estofada, posiblemente del siglo XVIII.
En el lado derecho del retablo, encontramos al otro Arcángel, en este caso se trata de San Rafael, patrón de los peregrinos de la salud y del noviazgo, portando en su mano un bastón de viajero. Igualmente se trata de una imagen de talla completa, policromada, dorada y estofada, siendo posiblemente del siglo XVIII.
Fuente: artedelasiglesias.blogspot.com
