jueves, 25 de junio de 2009

El Tiempo Ordinario

El tiempo ordinario es otro de los tiempos litúrgicos pero que, a diferencia de los tiempos fuertes (adviento, navidad, cuaresma y pascua) no celebra ni tiene como fin la preparación de algo en concreto. En el tiempo ordinario lo que hacemos es recordar la vida de Jesús y crecer en su seguimiento.

Durante los domingos de este tiempo, no se hacen lecturas escogidas con el fin de resaltar alguna faceta de este tiempo, como pasa en los otros, sino que hacemos una lectura continua de los tres evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas), cada uno en un año hasta completar un ciclo de 3 años.

Pero el hecho de que este tiempo no celebremos nada especial ni nos preparemos a ningún acontecimiento determinado, no significa que bajemos el nivel de espiritualidad. En este tiempo debemos animarnos en el seguimiento de Jesús de manera gradual, aunque con una intensidad menos que en los tiempos fuertes.