martes, 22 de diciembre de 2009

Feliz Navidad y próspero 2010

"El Espíritu del Señor me ha enviado para anunciar la Buena Noticia a los pobres, la libertad a los cautivos y a los ciegos la vista. Para dar libertad a los oprimidos y anunciar el año de gracia del Señor" (Lc 4, 18)

La Parroquia san Pedro y san Sebastián de Carmona, te desea una feliz Navidad y un próspero año 2010.



Con los mejores deseos de paz y amor en esta Navidad,

Parroquia san Pedro y san Sebastián - Carmona (Sevilla)

lunes, 21 de diciembre de 2009

La Navidad

La Navidad es el tiempo litúrgico en el que celebramos el nacimiento de Jesús. Dura desde el 25 de diciembre hasta el domingo posterior al 6 de enero, en que celebramos la fiesta del Bautismo del Señor. Aunque las tradiciones populares son las que marcan estas fiestas, las celebraciones litúrgicas más importantes de estos días son:

25 de diciembre: natividad del Señor.
Domingo posterior a navidad: La Sagrada Familia.
1 de enero: Solemnidad de Santa María, Madre de Dios.
6 de enero: Epifanía del Señor (la manifestación de Dios a todos los pueblos)
Domingo posterior al 6 de enero: Bautismo del Señor.

En estos días, los villancicos, las cenas con familiares y amigos y los regalos, no pueden eclipsar el mensaje auténtico de lo que celebramos: que Dios se ha hecho hombre por amor a nosotros y que, compartiendo nuestra vida humana, quiere llevarnos a la salvación.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Elecciones en la hermandad de la Quinta Angustia

En la mañana del domingo 15 de septiembre se celebraron las elecciones a Junta de Gobierno 2009 en la Hermandad de la Quinta Angustia de Carmona. Un día soleado propició la altísima participación de los hermanos, que rozó el 70 % del censo electoral. Las elecciones comenzaron en torno a las 12 de la mañana y se comunicó el escrutinio hacia las 16,45 h.

El resultado de estas elecciones ha sido el siguiente:
Votos emitidos: 433 votos.
Antonio Miguel Bermudo Salas: 197 votos.
Manuel A. Espuelas Fernández: 231 votos.
En blanco: 2 votos.
Nulos: 9 votos.

Felicitamos al nuevo Hermano Mayor de esta Hermandad y a su nueva Junta de Gobierno, al tiempo que la Parroquia agradece su dedicación y trabajo tanto al anterior Hermano Mayor como a su Junta de Gobierno. Al mismo tiempo, desea que la Hermandad siga creciendo y fomentando los valores evangélicos entre todos los hermanos.

viernes, 13 de noviembre de 2009

¿Es difícil hacer oración?

Una vez que distinguimos el mes pasado entre oración y rezo, conviene que nos detengamos este mes en otra pregunta recurrente: ¿Es difícil hacer oración? ¿Se necesita una formación especial? Hacer oración no es difícil ni complicado, pero sí se necesita, sobre todo al principio, un cierto esfuerzo por parte de la persona. Esto se debe a que cuando uno empieza a hacer oración debe ser constante, paciente, debe procurar dedicar todos los días un tiempo especial para orar. Esta fidelidad exige una predisposición por parte del orante, que es lo que exige ese esfuerzo, pero en absoluto supone una dificultad.

Otro inconveniente consiste en que, junto a la oración, el cristiano debe ir creciendo también en la formación en la fe. Por ejemplo, para poder meditar un texto de la Biblia es necesario tener unos conocimientos básicos sobre la Sagrada Escritura para poder leerla desde el sentir de la Iglesia y así ser capaz de interpretar lo que leemos. Esta “dificultad” aparente, que supone más bien un inconveniente que una dificultad, se supera fácilmente participando en la catequesis parroquial.

También podría ser una dificultad el método a seguir en la oración. Hay gente que se incapacita para orar o no consigue hacerla con eficacia puesto que le falta un método a seguir. No es que la oración suponga un ejercicio complicado y excesivamente técnico, pero sí es cierto que ayuda seguir un determinado método con unas pautas sencillas que nos ayuden a centrarnos, a ponernos en disposición, a aprovechar la oración, a aprender cómo hay que meditar, etc. Para ello hay cursos, talleres, y esquemas que nos ayuden a hacer oración. La oración no es algo que sepamos hacerla sin más, hay que aprender a llevarla a cabo, como tantas otras cosas.

En conclusión, hacer oración no es difícil, pero si hay que poner los medios para sortear esos inconvenientes que pudieran surgir y que nos complican la labor de orar. Pero lo que sí es fundamental a la hora de hacer oración es la disposición personal para hacerla. Debemos sentir la necesidad de orar y estar dispuestos a hacerlo, siendo constantes y no dejándonos vencer por las contrariedades. La oración es una experiencia apasionante, pero que supone un cierto esfuerzo al comienzo. Pero, no lo dudes, ¡¡merece la pena!!

miércoles, 21 de octubre de 2009

La oración

Comenzamos esta serie de artículos aclarando el concepto de oración. Pudiera parecer obvio, pero no creo que lo sea tanto.

Lo primero que hay que diferenciar es rezo de oración. Un rezo es la recitación de una plegaria o fórmula, compuesta previamente por alguna persona. Por ejemplo, el padrenuestro, el rosario, el avemaría, el ángelus, o cualquiera de las alabanzas de la misa (el gloria por ejemplo). Estas fórmulas pueden ayudar a entrar en la oración, pero no son propiamente oración.

Tampoco se puede considerar propiamente oración un pensamiento hacia Dios, como por ejemplo un suspiro con su correspondiente “¡Ah, Dios mío!”. Es cierto que estos pensamientos o sentimientos predisponen a la persona para la oración, pero no son propiamente oración.

Entonces, ¿qué es la oración? Pues llamamos oración a un encuentro íntimo y personal con Dios. Yo suelo definirla como: “tomar café con Dios”. Debemos ser conscientes de que estamos ante otra persona y entablar un diálogo con esa Otra Persona, desde el interior, aunque a veces no haya propiamente un diálogo verbal. Dos amigos pueden estar juntos y comunicarse multitud de cosas o sentimientos, sin pronunciar una sola palabra.

Debemos predisponernos para ese encuentro, ser conscientes de él, dedicarle un tiempo adecuado y, sobre todo, ir constatando que ese encuentro, con el tiempo, va transformando nuestra vida. Hay que tener en cuenta que si nuestra vida no cambia, es que algo está fallando en la oración.

Hay muchas personas que afirman que toda la vida debe ser oración, y esta afirmación hay que matizarla. Claro que toda nuestra vida debe ser oración, pero en el sentido de que debemos ser conscientes siempre que estamos en la presencia de Dios. Pero eso no puede hacer que no le dediquemos un tiempo determinado a ese encuentro con Dios. Toda nuestra vida debe ser oración, pero también debemos dedicar tiempo a hacer oración propiamente dicha.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Un nuevo curso

“Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares. Al ir, iba llorando, llevando la semilla. Al volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas”, dice el salmo 125. Y es que todo comienzo, junto a su parcela de esperanza, también conlleva algo de dolor, de sufrimiento, de esfuerzo, el que hay que poner para poner todo en marcha y que todo funcione.

Estos días son días de duro trabajo en nuestras parroquias poniendo todo en marcha. Reuniones, programaciones, reflexión, propuestas, proyectos. Pero todo este esfuerzo se verá recompensado al final con los logros de nuestro sacrificio primero, cuando volvamos a presentar ante el Señor la ofrenda de todo el año que ahora nos disponemos a comenzar.

Este año, nuestra parroquia tendrá como eje trasversal un tema fundamental para una comunidad parroquial y para todo cristiano: la oración. Vamos a intentar todos durante este curso 2009/2010 profundizar en la necesidad y aumentar y mejorar nuestra vida de oración. La oración es fundamental para un creyente, sin ella nuestra fe se seca y se desmorona.

Para ayudar aún más, como un medio añadido, cada mes presentaremos en este blog un artículo sobre la oración con el fin de ayudar a todos aquellos que nos lean a ir creciendo más en ese apasionante mundo de la oración que nos lleve a profundizar en nuestro encuentro personal con Dios.

¡Feliz comienzo de curso y ánimo!

martes, 30 de junio de 2009

Confirmaciones 2009

El sábado 27 de junio, en una celebración presidida por el Vicario Episcopal, D. Miguel Gamaza, recibieron el sacramento de la Confirmación cerca de cuarenta personas de nuestra comunidad.
Fue un grupo bastante heterogéneo con edades muy dispares que, tras una adecuada catequesis han decidido dar este paso con el que han alcanzado la plenitud de la iniciación cristiana.

La Eucaristía estuvo bastante concurrida y el comportamiento fue excelente por parte de todos los asistentes.

jueves, 25 de junio de 2009

El Tiempo Ordinario

El tiempo ordinario es otro de los tiempos litúrgicos pero que, a diferencia de los tiempos fuertes (adviento, navidad, cuaresma y pascua) no celebra ni tiene como fin la preparación de algo en concreto. En el tiempo ordinario lo que hacemos es recordar la vida de Jesús y crecer en su seguimiento.

Durante los domingos de este tiempo, no se hacen lecturas escogidas con el fin de resaltar alguna faceta de este tiempo, como pasa en los otros, sino que hacemos una lectura continua de los tres evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas), cada uno en un año hasta completar un ciclo de 3 años.

Pero el hecho de que este tiempo no celebremos nada especial ni nos preparemos a ningún acontecimiento determinado, no significa que bajemos el nivel de espiritualidad. En este tiempo debemos animarnos en el seguimiento de Jesús de manera gradual, aunque con una intensidad menos que en los tiempos fuertes.

sábado, 13 de junio de 2009

II Semana del enfermo

Ya es el segundo año que el Equipo de Pastoral de la Salud de nuestra Parroquia organiza la Semana del Enfermo, con motivo de la festividad de San Juan Grande. En este año, hemos continuado con actividades de años anteriores y hemos incorporado algunas nuevas, resultando de todas un balance muy positivo. Este año, la Semana del Enfermo ha abarcado desde el 31 de mayo al 7 de junio.

Comenzamos el día 31 de mayo, domingo, con la celebración de la Eucaristía del Enfermo en la Residencia “La Alameda” de Carmona, realizándose allí por motivos de lejanía a la Parroquia. Tras la Eucaristía, las hermandades de la Humildad y Paciencia y Sacramental de nuestra Parroquia, colaboraron con la Pastoral de la Salud preparando y sirviendo la comida a los ancianos, que consistió en unos entremeses y un guiso de patatas con chocos, que ya sólo con olerlo alimentaba.

Durante los días 1, 2 y 3 de junio tuvimos el triduo a San Juan Grande, paisano nuestro y patrón de los enfermos de la Parroquia, con mayor asistencia de fieles que otros años. Predicó D. Agustín Ortega, Vicario Parroquial de San Pedro y sacerdote responsable de la Pastoral de la Salud parroquial que se centró en su predicación en tres aspectos de la vida de San Juan: su oración, su evangelización y su caridad.

Y el jueves día 4, se celebró la charla “Los Cuidados Paliativos” en los salones parroquiales, que se vieron abarrotados de gente. Los ponentes fueron: la hermana Mª Pilar Fernández, carmelita misionera, que trabaja en el ala de paliativos en el Hospital de San Juan de Dios, en Sevilla; Lola Torres, médico, coordinadora de prevención de la Asociación Española contra el Cáncer; Francisco Gil, médico, director del Centro de Salud de Carmona; y Magdalena Gago, enfermera, Coordinadora de cuidados del Centro de Salud de Carmona. Todos expusieron con claridad qué son los cuidados paliativos, así como su desarrollo en la actualidad.

Finalizó la semana el domingo día 7 con la Eucaristía del Enfermo en la Parroquia, con bastante asistencia de fieles y enfermos para recibir el sacramento de la Unción. En la homilía se destacó la importancia que aún siguen teniendo los enfermos y ancianos en nuestra sociedad y lo mucho que podemos aún seguir aprendiendo de ellos.

domingo, 31 de mayo de 2009

Pentecostés

El día de Pentecostés celebramos la Fiesta del Espíritu Santo. Por dos motivos: en primer lugar, según la tradición, el día de esta fiesta judía vino el Espíritu Santo sobre los apóstoles. En segundo lugar, supone la culminación de la Pascua con la entrega del don supremo de Jesús, su Espíritu. Y es precisamente este día con el que finaliza el tiempo litúrgico de Pascua.

El Espíritu Santo es esa fuerza de Dios que hace ponerse en pie a la Iglesia para predicar con valentía y coraje que Cristo está vivo y sigue teniendo un mensaje para el hombre de cada época. ¿Y cómo podríamos definir al Espíritu Santo? Ufff, eso es una tarea complicada, porque el Espíritu es tantas cosas.

Los símbolos que lo identifican nos pueden ayudar:
  • El viento, da idea de energía, de fuerza, de libertad, de plenitud, de vida.
  • El fuego, da idea de luz, de calor, de ardor, de amor, de abrazo, de purificación.
  • El agua, da idea de limpieza, de fecundidad, de satisfacción, de pureza, de frescor.
  • La paloma, es quizás la más conocida. Pudiera venir por ser una de las imágenes en que se aparece el Espíritu en diferentes momentos de la vida de Jesús, según los evangelios. Por ejemplo en su bautismo.
  • El aceite, que hace que todo funcione, que da la idea de rejuvenecimiento en cuanto que pone en marcha lo oxidado.

El Espíritu es Dios dentro de nosotros mismos. Pero también es ese gran desconocido. Sabemos mucho del Padre y del Hijo pero, ¿y del Espíritu? Descubramos a esta tercera persona divina que es la que nos alienta y nos abre a la fe.

lunes, 25 de mayo de 2009

Convivencia de catequistas 2009

Como todos los años, los catequistas de la Parroquia cerramos el curso con un día de convivencia fuera de Carmona. Este año, los planes se han visto alterados por la meteorología, ya que teníamos pensado pasar este día de convivencia en la playa de Matalascañas. Pero como ante el tiempo no hay nada que hacer… decidimos modificar el programa.

Comenzamos con una visita a la ermita de Nuestra Señora de Setefilla, en Lora del Río, y a la Presa de José Torán. Disfrutamos enormemente de las preciosas vistas que ambos lugares ofrecen, relajamos el espíritu, contactamos con la Naturaleza y nos maravillamos con la obra de Dios. Fue un auténtico deleite que nos hizo olvidarnos por completo de la playa y del cambio de planes.

Continuamos con la Eucaristía en la Parroquia de Guadajoz. Fue un momento íntimo para dar gracias a Dios por este curso. Una eucaristía sin reloj, es decir, sin prisas, vivida con toda intensidad, donde todos participamos activa y emocionalmente de un encuentro donde fuimos capaces de sacar todas esas emociones que hemos llevado dentro durante este curso.

Culminamos el día con una suculenta comida en un asador de la localidad de Los Rosales. En el porche del restaurante, con un servicio inmejorable, la distensión llegó al clímax mientras saboreábamos una suculenta morcilla de Burgos, un chorizo a la brasa, un pastel de berenjenas y, por supuesto, diversos platos de carne a la brasa, todo ello regado por un suave rioja.

Pero, sin lugar a dudas, lo mejor de todo fue la convivencia, el conocernos mejor, las confidencias, la unión. Todos volvimos encantados, lamentando el que muchos no pudieran asistir, pero confiando que poco a poco, el grupo de catequistas vaya aumentando en número y en comunión.

sábado, 18 de abril de 2009

San Pedro directo

¿Qué ocurriría si Jesús hubiera elegido este tiempo para venir al mundo? ¿Cuáles habrían sido las reacciones de la gente? Exactamente las mismas: rechazo, odio, amor, devoción, esperanza, etc. Hoy también cada uno de nosotros debe tomar una actitud definida frente a la obra de la cruz y la resurrección.

El pasado día 12, Domingo de Resurrección, tuvo lugar una representación teatral organizada por nuestro grupo de jóvenes y en la que participaron además miembros de otros grupos de nuestra comunidad parroquial. Un plató de televisión, simulando un programa de investigación a fondo, de esos que podemos ver semanalmente en las distintas cadenas televisivas, fue nuestro escenario. Entrevistas en directo, exclusivas, llamadas en directo, etc. Su objetivo, mostrar al público distintas visiones de los hechos ocurridos en torno a la persona de Jesús de Nazaret, 3 días después de su ejecución.

Por un lado el pueblo que lo condenó, las autoridades y las fuerzas de seguridad que lo ejecutaron. Por otro, el ladrón que creyó en él, las mujeres que no lo abandonaron, los enfermos que sanó. Para unos un loco, un revolucionario, un agitador político. Para otros el salvador esperado, un mensajero de paz. Jesús era todos y ninguno. No era un revolucionario, pero revolucionó los corazones que se abrieron a su mensaje. Era el Salvador, pero no el que muchos esperaban. Y por último, su victoria ante la muerte. El mensaje de Su Resurrección dado en directo al público asistente.

Con la esperanza de que este pequeño teatro haya provocado movimiento en nuestro interior, queremos que este sea el comienzo de más actividades como esta que hagan que lo jóvenes participen y vivan más activamente su espíritu cristiano.

martes, 7 de abril de 2009

La Pascua

El Tiempo Pascual comprende cincuenta días desde el domingo de Resurrección hasta el domingo de Pentecostés. Estos cincuenta días se viven como un solo día. En esta cincuentena celebramos el Paso de Cristo a su Nueva Vida. Cristo Jesús ha pasado en su Misterio Pascual a una nueva forma de existencia. Ha sido constituido “Señor” y primogénito de toda la creación. Ha entrado definitivamente en la esfera del Espíritu y vive para el Padre.

Los principales signos pascuales son:
  • La alegría: es éste un tiempo de gozo y alegría porque “Cristo, nuestra Pascua, ha resucitado”. Y junto con él esperamos también nuestra resurrección. La expresión más patente de esta alegría, entre otras cosas, es el canto del Aleluya, que cantamos en las Eucaristías más festivas, como aclamación antes del Evangelio y, sobre todo, en este tiempo de pascua, empezando por el solemne aleluya que se entona en la Vigilia Pascual, después de su silencio durante la cuaresma.
  • El Cirio Pascual: encendido solemnemente durante el lucernario de la Vigilia Pascual como símbolo de Cristo que pasa de la muerte a la vida y es nuestra Luz para siempre. Aparte del tiempo pascual, también se enciende en dos momentos muy significativos de la vida de un cristiano: en el bautismo y en las exequias (el entierro), el inicio y la plenitud de nuestra comunión con Cristo Jesús.
  • El agua: este elemento nos recuerda nuestra incorporación a Cristo mediante el Bautismo, nos hace presente lo que representa para nosotros nuestra condición de bautizados, renovada solemnemente en la gran noche de la Vigilia Pascual. De ahí que, en las Eucaristías de Pascua, el acto penitencial se sustituya por la aspersión con agua bendecida en la Noche Pascual.

lunes, 30 de marzo de 2009

Y Cristo en el calvario

Cuando uno se acerca a la realidad que le rodea, siente un vértigo indescriptible. El mismo que cuando contempla la imagen de Cristo crucificado. El mismo que cuando se detiene pausadamente a releer cada baldosa que va jalonando toda la pasión que relatan los evangelios. El mismo vértigo que sintieron los primeros discípulos y que siente cada cristiano que se para a contemplar el sepulcro vacío.

Realidad incontestable la que nos envuelve cada día. Ante tantos conflictos armados que pueblan el planeta, conocidos unos, otros silenciados, crueles todos, que poco a poco van desangrando la humanidad en una riada de destrucción y llanto, uno piensa… ¡y Cristo en el calvario! Ante unos poderosos gobernantes que tan sólo buscan soluciones para mantener el status privilegiado de que goza una mínima parte del planeta, buscando enriquecerse aún a costa de pisotear dignidades y derechos literalmente plasmados pero realmente vulnerados, uno piensa… ¡y Cristo en el calvario! Ante la miseria de millones de hombres y mujeres condenados a un inframundo de dolor y necesidad, a quienes se niega la humanidad más patente y sobre cuyos gritos desgarrados algunos sustentan su estado del bienestar y opulencia, uno piensa… ¡y Cristo en el calvario! Ante la ausencia de valores propugnada por el poderoso caballero “don dinero”, ante la negación de un futuro en humanidad de tantos jóvenes hábilmente amaestrados y domesticados por los señores adoradores de la mentira y la falsedad, ante la negación de una vida no productiva a la que se puede eliminar en base a un idolatrado derecho de una minoría que bajo una piel de progresismo esconde el más rapaz y rancio involucionismo, uno piensa… ¡y Cristo en el calvario!

Sí. Y Cristo en el calvario. Allá, en la altura. Sangrando en su impotencia y vestido de majestad. Parece una paradoja, el mundo deshumanizado y Dios en el patíbulo. Pero es sólo apariencia. Porque el calvario es mucho más. Es la respuesta a tanto interrogante sin solución, a tanta esperanza desilusionada, a tanta situación descolocada. En el calvario tiene lugar la redención del mundo, porque en él tiene lugar el mayor gesto de fidelidad, el mayor acto de amor.

El mundo andaba igual de descarriado que en nuestros tiempos, los hombres buscaban gloria, fama, honor, vida cómoda y para ello estaban dispuestos a pisotear todo aquello que se les pusiera por delante. La humanidad había perdido el norte de su plenitud, la meta que le llevara a alcanzar la suprema felicidad, la forma de conseguir la sociedad utópica que muchos han soñado a lo largo de la historia. Y en nuestra postración, Dios se acordó de nosotros, se le removieron las entrañas divinas de ver cómo unos nos devorábamos a otros. Y decidió jugarse el todo plantando su tienda en medio de nuestro suelo resquebrajado por la desesperación. Vino a enseñarnos que el mundo puede transformarse, que el hombre tiene derecho a ser feliz, que la humanidad puede conseguir otro futuro. Y ese anuncio llegó a demostrarlo con una fidelidad al ser humano como ningún hombre ha podido jamás, mostrándonos que el amor es la única vía, un amor que le condujo a ese lugar de tormento y salvación: el calvario.

Y desde ese momento el calvario es signo de esperanza para una humanidad que se desangra en su pobreza, para una humanidad que llora en su oscuridad, para una humanidad que se revuelca en su egoísmo, para una humanidad que se obceca en la violencia como único camino. Ahora el hombre sabe que no está solo, que Dios lucha a su lado, que hay una salida al hediondo sumidero al que el mal conduce al mundo. Ahora el mundo sabe que el amor hasta el límite es la única senda que puede hacer que esta tierra nuestra cante en libertad. Y por eso necesitamos que Cristo esté en el calvario, para que constantemente nos recuerde que la vida entregada es fecundidad escondida, que el perdón ciego es semilla de eternidad, que la verdad desnuda es plataforma de liberación.

Mira a Cristo en el calvario y verás encarnada la fuerza que salva al hombre. Contempla a Cristo en la cruz y verás un amor derrochado por ti y por cada uno de los hombres. Observa en Cristo crucificado la puerta hacia una existencia en plenitud donde una humanidad nueva se abre camino hacia una historia preñada de justicia y libertad, de igualdad y solidaridad.

Agustín Ortega
Extraído del boletín de la hermandad de la Amargura de Carmona

viernes, 20 de marzo de 2009

Primera Reconciliación

El sacramento de la reconciliación es considerado muchas veces como la antesala de la Comunión, el paso previo para poder comulgar. Con esta práctica, se desvirtúa un sacramento que tiene entidad por sí mismo. Es el sacramento del encuentro con el perdón amoroso de Dios, la vuelta del hijo que sabe que se ha alejado de Dios y, arrepentido, quiere volver a su Padre para recibir su abrazo que le restituye su dignidad.

Por este motivo hemos decidido los catequistas este año desligar la recepción por vez primera de este sacramento de las inmediaciones de la Primera Comunión. Nuestro objetivo es que los niños descubran que el Perdón de Dios es un sacramento por sí mismo y que no debe estar vinculado necesariamente a la recepción de la comunión, lo cual no significa que para poder comulgar no sea necesario estar a bien con Dios.

Por eso celebramos el viernes 6 de marzo la fiesta del Perdón de Dios por vez primera con aquellos niños que este año recibirán por primera vez la Eucaristía. Son cerca de un centenar de niños, quienes tras una lectura comentada del evangelio del encuentro de Zaqueo con Jesús, se acercaron al sacramento de la reconciliación, recibiendo tras la absolución una cruz como recuerdo de este día tan especial en que han podido sentir el abrazo de Dios en este sacramento. A continuación, y como un gesto de su limpieza, lavaron sus manos y depositaron un papel con sus pecados en un brasero para después ser quemados, en señal de olvido, perdón y purificación. Al final de la celebración, y como signo de la alegría que el perdón siempre conlleva, los niños recibieron como obsequio un cono con golosinas.

martes, 3 de marzo de 2009

Convivencia parroquial 2009

Como viene siendo habitual, el día 28 de febrero nos juntamos los miembros de los diferentes grupos parroquiales para nuestra convivencia anual. La celebramos, como el año anterior en el Colegio de los Salesianos de Carmona, con un tiempo que amaneció algo desapacible, pero que no impidió que el sol de la alegría brillara en los corazones de todos.

Comenzamos a las 12 con una Eucaristía bastante participativa por todos los grupos pastorales. Tras esta celebración degustamos un suculento menú compuesto por unos pepitos de filetes que sabían a gloria bendita y unas “papas con chocos” capaces de obrar milagros en quien las saboreara. Culminando el momento culinario con una extensa variedad de dulces que hicieron las delicias de los paladares de cuantos dieron buena cuenta de ellos, incluyendo los paladares más delicados. Todo ello amenizado por variadas conversaciones y charlas muy amigables que hizo que todos nos fuéramos conociendo mejor y con mayor profundidad, principal objetivo de esta convivencia junto con el de pasar un día agradable y divertido.

Después de la comida, hubo juegos, canciones y amenizaciones varias por parte de algunos de los jóvenes de la Parroquia, que supieron entretener a los benjamines presentes en la convivencia.

lunes, 23 de febrero de 2009

La Cuaresma

¿Qué es la cuaresma? Podríamos decir que es un tiempo litúrgico y todo eso. Pero creo que se entenderá mejor con un ejemplo.

Imaginad una persona que va a correr un maratón. Suele ser alguien que habitualmente practique deporte, que lleve una vida sana y que esté habituada a entrenarse. Eso es lo que solemos hacer el resto del año como cristianos: intentar seguir los pasos de alguien llamado Jesús, practicando lo que él hizo: con oración, catequesis, yendo a misa los domingos, etc. Pero, a medida que se va acercando la fecha del maratón, esta persona se programa un entrenamiento aún más concienzudo con el fin de estar bien preparado y así poder alcanzar los primeros puestos en el podio.

Nuestro maratón se llama PASCUA DE RESURRECCIÓN y, si normalmente intentamos vivir según Cristo resucitado, cuando se acerca esta fecha intensificamos nuestro entrenamiento como cristianos. A esta etapa de entrenamiento inmediatamente anterior a la fecha de la pascua la vamos a llamar cuaresma. Se trata de vivir más intensamente y prepararnos con mayor tensión para vivir de una forma plena la mayor fiesta de los cristianos.

Lo mismo que el corredor en su entrenamiento se pone a trabajar a tope, lo mismo nosotros. El corredor se programa una serie de ejercicios en su entrenamiento: calentamiento, sale a correr, ejercicios de control de la respiración, además de una dieta equilibrada, respeto de las horas de sueño y descanso, se machaca en el gimnasio, etc., nosotros en la cuaresma también nos programamos una serie de ejercicios que nos entrenen para nuestro maratón. De entre estos ejercicios, hay tres que nos propone la tradición de la Iglesia y que nos van a venir de maravilla para nuestro propósito: la oración, el ayuno y la limosna.

La oración debe ser una constante en la vida del cristiano, si no, ¿cómo vamos a conocer a aquél que seguimos? Pero en este tiempo se intensifica la oración, apoyada fundamentalmente mediante la lectura y profundización de la Palabra de Dios. De esta manera conectaremos mejor con la conversión personal que Dios quiere.

El ayuno es la privación voluntaria de tomar determinadas cosas que nos gustan. A veces se suele quedar en no tomar alimentos, pero hay otro ayuno que sí nos vendría muy bien: el del consumo, la televisión, el critiqueo, el acompañarnos solo de quien nos cae bien, el pensar sólo en nosotros mismos, el caer en los prejuicios, etc.

La limosna nunca puede caer en el limosneo. Me explico, a veces la limosna busca más limpiar nuestra conciencia que de verdad entregar algo de lo nuestro para que le ayude a los demás. Por eso, más que arrascarnos el bolsillo, nuestra limosna podría consistir en promover más el diálogo en casa, regalar una sonrisa a aquella persona con la que nos encontramos, dedicar nuestro tiempo a acompañar a los enfermos, comprometernos con alguna causa social y solidaria, buscar cauces de perdón con alguien con quien nuestra relación se haya deteriorado, etc.

Si nos entrenamos bien seremos capaces de llegar a la meta satisfechos de nosotros mismos y, sobre todo, mucha gente será la que salga beneficiada de nuestro entrenamiento. Con tesón, ganas y, sobre todo, sabiendo que alguien nos empuja desde “arriba”, viviremos con mayor intensidad la Pascua de Resurrección y nos sentiremos de verdad resucitados, experimentaremos que, de verdad, Dios ha pasado por nuestras vidas.