sábado, 18 de abril de 2009

San Pedro directo

¿Qué ocurriría si Jesús hubiera elegido este tiempo para venir al mundo? ¿Cuáles habrían sido las reacciones de la gente? Exactamente las mismas: rechazo, odio, amor, devoción, esperanza, etc. Hoy también cada uno de nosotros debe tomar una actitud definida frente a la obra de la cruz y la resurrección.

El pasado día 12, Domingo de Resurrección, tuvo lugar una representación teatral organizada por nuestro grupo de jóvenes y en la que participaron además miembros de otros grupos de nuestra comunidad parroquial. Un plató de televisión, simulando un programa de investigación a fondo, de esos que podemos ver semanalmente en las distintas cadenas televisivas, fue nuestro escenario. Entrevistas en directo, exclusivas, llamadas en directo, etc. Su objetivo, mostrar al público distintas visiones de los hechos ocurridos en torno a la persona de Jesús de Nazaret, 3 días después de su ejecución.

Por un lado el pueblo que lo condenó, las autoridades y las fuerzas de seguridad que lo ejecutaron. Por otro, el ladrón que creyó en él, las mujeres que no lo abandonaron, los enfermos que sanó. Para unos un loco, un revolucionario, un agitador político. Para otros el salvador esperado, un mensajero de paz. Jesús era todos y ninguno. No era un revolucionario, pero revolucionó los corazones que se abrieron a su mensaje. Era el Salvador, pero no el que muchos esperaban. Y por último, su victoria ante la muerte. El mensaje de Su Resurrección dado en directo al público asistente.

Con la esperanza de que este pequeño teatro haya provocado movimiento en nuestro interior, queremos que este sea el comienzo de más actividades como esta que hagan que lo jóvenes participen y vivan más activamente su espíritu cristiano.

martes, 7 de abril de 2009

La Pascua

El Tiempo Pascual comprende cincuenta días desde el domingo de Resurrección hasta el domingo de Pentecostés. Estos cincuenta días se viven como un solo día. En esta cincuentena celebramos el Paso de Cristo a su Nueva Vida. Cristo Jesús ha pasado en su Misterio Pascual a una nueva forma de existencia. Ha sido constituido “Señor” y primogénito de toda la creación. Ha entrado definitivamente en la esfera del Espíritu y vive para el Padre.

Los principales signos pascuales son:
  • La alegría: es éste un tiempo de gozo y alegría porque “Cristo, nuestra Pascua, ha resucitado”. Y junto con él esperamos también nuestra resurrección. La expresión más patente de esta alegría, entre otras cosas, es el canto del Aleluya, que cantamos en las Eucaristías más festivas, como aclamación antes del Evangelio y, sobre todo, en este tiempo de pascua, empezando por el solemne aleluya que se entona en la Vigilia Pascual, después de su silencio durante la cuaresma.
  • El Cirio Pascual: encendido solemnemente durante el lucernario de la Vigilia Pascual como símbolo de Cristo que pasa de la muerte a la vida y es nuestra Luz para siempre. Aparte del tiempo pascual, también se enciende en dos momentos muy significativos de la vida de un cristiano: en el bautismo y en las exequias (el entierro), el inicio y la plenitud de nuestra comunión con Cristo Jesús.
  • El agua: este elemento nos recuerda nuestra incorporación a Cristo mediante el Bautismo, nos hace presente lo que representa para nosotros nuestra condición de bautizados, renovada solemnemente en la gran noche de la Vigilia Pascual. De ahí que, en las Eucaristías de Pascua, el acto penitencial se sustituya por la aspersión con agua bendecida en la Noche Pascual.