viernes, 20 de marzo de 2009

Primera Reconciliación

El sacramento de la reconciliación es considerado muchas veces como la antesala de la Comunión, el paso previo para poder comulgar. Con esta práctica, se desvirtúa un sacramento que tiene entidad por sí mismo. Es el sacramento del encuentro con el perdón amoroso de Dios, la vuelta del hijo que sabe que se ha alejado de Dios y, arrepentido, quiere volver a su Padre para recibir su abrazo que le restituye su dignidad.

Por este motivo hemos decidido los catequistas este año desligar la recepción por vez primera de este sacramento de las inmediaciones de la Primera Comunión. Nuestro objetivo es que los niños descubran que el Perdón de Dios es un sacramento por sí mismo y que no debe estar vinculado necesariamente a la recepción de la comunión, lo cual no significa que para poder comulgar no sea necesario estar a bien con Dios.

Por eso celebramos el viernes 6 de marzo la fiesta del Perdón de Dios por vez primera con aquellos niños que este año recibirán por primera vez la Eucaristía. Son cerca de un centenar de niños, quienes tras una lectura comentada del evangelio del encuentro de Zaqueo con Jesús, se acercaron al sacramento de la reconciliación, recibiendo tras la absolución una cruz como recuerdo de este día tan especial en que han podido sentir el abrazo de Dios en este sacramento. A continuación, y como un gesto de su limpieza, lavaron sus manos y depositaron un papel con sus pecados en un brasero para después ser quemados, en señal de olvido, perdón y purificación. Al final de la celebración, y como signo de la alegría que el perdón siempre conlleva, los niños recibieron como obsequio un cono con golosinas.